
Se acerca el día de Todos los Santos, y con él la noche más terrorífica y divertida de todo el año, Halloween.
Y aunque se trata de una festividad que se celebra sobretodo en paises anglosajones, nosotros no queríamos ser menos, por eso os traemos esta sencilla manualidad que podemos hacer junto con los más pequeños de la casa y que nos servirá para ambientar esa noche tan mágica.
Son pocos los materiales que vamos a necesitar para realizarla: Unas pelotas de ping-pong, cola decopatch (también puede servirnos cola blanca), unas gasas o compresas tipo venda y unas velas de té de las que van a pilas.
Paso 1: En primer lugar realizamos un pequeño orificio en las pelotas con la ayuda de un tornillo o cualquier otro objeto punzante.
Paso 2: Con un rotulador permanente pintamos los ojos y la boca de la cara de nuestros fantasmas y las pinchamos sobre un cartón de huevos.
Paso 3: En un recipiente mezclamos 3 partes de cola decopatch con 1 parte de agua, recomendamos esta cola ya que el acabado es más fino que el de la cola blanca y además seca mucho más rápido, aunque si no tenemos podemos utilizar cola blanca en su lugar. Si queremos dar a nuestros fantasmas un color más envejecido podemos manchar la cola con unas gotas de café.
Remojamos las gasas de una en una en la cola y escurrimos muy bien el exceso. Que no os importe estrujar al máximo la gasa, las arrugas aportaran más realismo a nuestros fantasmas.
Paso 4: Colocamos las gasas sobre las pelotas y acomodamos la tela dándoles la forma y el movimiento final que queremos que tengan nuestros fantasmitas y dejamos secar unas 6 horas (24h si utilizamos cola blanca).
Paso 5: Desmontamos las carcasas de una velitas de té (de las que funcionan a pilas).
Paso 6: Una vez secos los fantasmas introducimos la bombillita de las velas a través del agujero que habíamos perforado en el paso 1 a las pelotas.
Ya sólo nos queda poner a nuestros amiguitos en escena. Nosotros hemos elegido un jarrón con un trozo una rama seca y una cadenita, pero aquí cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación.
Y esto es lo que ocurre cuando encendemos las velitas y apagamos la luz. ¡Espeluznante!
Esperamos que os haya gustado y lo pongáis en práctica.
Feliz Halloween

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